cien haikus
son solo un índice
al infinito…
es todo primor
esta niña borracha:
la primavera
habló de dolor…
¡sí pudo haber dicho
luz, paz o amor!
inseparables
octubre y otoño
como siameses
es mi corazón
la flor más odorante
de mi cuerpo
otrora musgo
ahora chamuscado
estoy por el sol
mi lágrima es
perla en el verano.
un rastro de sal
rojo con azul
entre una cruz blanca
¡sobre mi pecho!
me enmascaro:
y el mundo es otro,
en el carnaval
llanto a solas,
canto en el veneno
con intensidad
exaspérame
y con tu flama letal
besa mi pecho
es gigantesca
la diminuta rueca
de mi corazón
en mis dos manos
humilde furoshiki
va mi corazón
tus efímeros
ojos de relámpago
me evitaron
roja cayena
su boca de muchacha
sí... ¡me besará!
onceavo mes
tan tropical y claro
como tus ojos
por tu sonrisa
descalabro los muros
de mi Jericó
como cometa
tu larga cabellera
me iluminó
por tu belleza
me deshago ante ti
en torbellinos
sólo con verte
se me llena el alma
de mil suspiros
sin pensarlo más
al tañido de tu voz
acudo vivaz
si tú me miras
como popocatépetl
arde mi pecho
es por tu boca
de carnosa cayena
por lo que vivo
la celeste flor
florece en su jardín:
jornada de sol
con forma de sol
por el ojal de nubes
un botón de luz
prisma celeste
coloridos cabellos:
un arco iris
tus ojos claros
noviembre de lunas
y de suspiros
dime celene
si en este otoño
¿vendrá mi amor?
instante veloz
en la tarde dorada…
se marcha el sol
el gran cerrojo
párpado de la noche
de pronto cerró
son libélulas
ancladas entre nubes:
las chichiguas
como gran ojo
de azul pez cósmico
brilla la luna
de nebulosas
se puso su capa gris
el sol de abril
pupila insomne
del vasto universo
es el rey sol
totalitaria
como una cúpula
llegó la noche
a toda prisa
como cada mañana
florece el sol
del azul telar
se teje una manta
la blanca nube
tocar tu pelo
tan solo concédeme
estrella fugaz
en la soledad
esta luna me torna
un miserable
jornada de luz.
de no ser por la nube
el sol no se va
del hondo azul
emerge luminosa
la perla lunar
lleno de alas
como cada octubre
migran las aves
bajo la sombra
de una garza blanca
sucumbe el pez
cual fragata
con un calmo vuelo
voy ingrávido
la golondrina
con sus alas, tus cejas
sobre tus ojos
los papagayos
con sus plumas encantan
el bahoruco
tantos vencejos
por millares rondan.
ya llegó abril
un barrancolí
llena con sus colores
la cordillera
ven a mis palmas
tu hogar dulce hogar
vencejo vivaz
un carpintero
en el muerto árbol
taladra feroz
van mil pétalos
en bandada de rosas:
¡es un flamenco!
no más espera:
¡por fin está el ave
ante mis ojos!
ni una mosca
al bajar la bandera
se oye zumbar
sobre el loto
un pétalo con alas:
la libélula
sin melanina
un lagarto nocturno
sube la pared
con su luz verde
como nave en llamas
va un cocuyo
gira que gira
ojo de camaleón
como la tierra
una a una
diminutas gigantes
las mil hormigas
los grillos gritan
como sordas sirenas
¡es medianoche!
la mariposa
sonámbula de noche
revolotea
a los almendros
estas hojas maduras
las trajo abril
entre pinares
el coro de montañas
repite mi voz
lo efímero
se levanta invicto:
abre una flor
caen inertes
por el vasto otoño
mis hojas secas
de rojo tapiz
se alfombra la vega
con flamboyanes
sobre la cima
las cascadas perennes:
rumor de pinos
oyen atentos
el silencio del bosque
los verdes pinos
puso en marcha
su última escena
la marchita flor
un tamarindo
florece invencible
en la sabana
verde sábana
arropa la sabana:
¡el cañaveral!
este almendro
coronado de tarde:
¡luz crepuscular!
las mil palmeras
inclinadas desean
abrazar el mar
lejos y azul,
imitando el eco
¡ah! las montañas
besos a gotas
de estalagmita a
estalactita
abres el telón
de la mañana fugaz
¡chubasco de luz!
besa las olas
pororoca celeste
en el quinto mes
desesperadas
flotan las nubes grises
para dar lluvia
el arco iris...
cabellera de ángel
para el nimbo
los huracanes
traen entre sus nubes
a septiembre
nube alisia
gigantesco cúmulo
llega del este
cándidas nubes
costoso chal que cubre
al tímido sol
sobre las nubes
sollozan los ángeles
en la tormenta
un universo
aflora del iceberg
en un haiku
por un instante
un castillo de aguas
va con la gota
se han marchado
los bellos cocoteros
tras el huracán
vi dos lagunas
la salada, la dulce
redonda, limón
yo tan pequeño
¡y tanta luz, tanta sal,
tan azul el mar!
es el velero
sedienta libélula
que liba del mar
sí, la saona
fosforescentes luces…
estrellas de mar
de un peñasco
cayó como dormido
el clavadista
una estela
dejó el viril buque
al pasar la mar
es este el fin
emigraron los peces
y el pescador
justo al centro
en el caribe azul
boga mi isla.
el mar se baña
en la noche de plata
con luz de luna
ya sin pupilas
destartalado faro
¡contemplas el mar!
rumor de olas,
sutil murmura del mar
la caracola
yerba marina:
para el pez cansado:
alfombra de mar.
pasa por el mar
la vida del pescador:
sal, sol y sudor
el caribe mar
me baña la cintura…
isla de coral.
santo domingo
sobre el diván del mar…
perro del señor.
Meter en un haiku las sensaciones tropicales... el reto de las diecisiete silabas... las tres líneas... la estación... la naturaleza... el caribe... las nubes... los huracanes... el otoño... las hojas... los pétalos...